miércoles, 23 de abril de 2014

Reencuentros con viejas amistades


Este año estoy retomando antiguas amistades, encontrándome con personas que hacia mucho tiempo que no veía... y es agradable... después de todo lo que he pasado debido a mi enfermedad y trastornos, me alegro de ello, pues no fue una época fácil para mi y ahora la afronto con total normalidad... no como antaño en que encontrarme con alguien conocido era un autentico calvario...

Para empezar, siempre evitaba lugares en los que pudiera encontrar a gente conocida y, en ocasiones, cuando me topaba con alguien por casualidad, hacía como que no la veía o cambiaba de acera para no tener que pararme a hablar con esta persona en cuestión... pues me aterraban las posibles preguntas que ésta pudiera hacerme y no saber cómo contestar... gracias al trabajo realizado en los últimos años, todo esto ha ido mejorando... si alguien se dio cuenta o se sintió ofendido he de decir que lo lamento, pues no era mi intención, tan solo estaba/estoy "enferma" y ello me inducía a comportarme de este modo...

Ahora voy abierta a aquello que me encuentre por el camino pues, como en el post anterior comenté, estoy saliendo y afrontando situaciones, encontrándome con conocidos en muchos sitios... Por ejemplo, el más cercano, fue la semana pasada en la salida a Valencia, me encontré con un compañero del colegio, al cual hace mucho tiempo que no veía y estuvimos un rato charlando muy bien... (sin agobios por mi parte) me alegré mucho de verle y más aun de que le fueran las cosas genial y que estuviera bien...
También me encontré con más gente allí a la cual saludé y poco más... es curioso... no me los encuentro en años aquí y salgo a cualquier parte y me encuentro con todo el mundo...

A principios de año también retomé una antigua amistad con una amiga con la que llegué a compartir muchísimas cosas... más de las que podría haber imaginado... pues con ella todo era más fácil y teníamos muchisíma conexión... Estudiábamos juntas mañana, tarde y noche, con su ayuda conseguí mejorar en los estudios y sacarme varios títulos (aunque hoy día no me sirvan para nada)... pasábamos horas y horas juntas y se convirtió en mi mejor amiga, en la que podía confiar para todo... se creó un vínculo muy fuerte que nos unía e íbamos a todas partes juntas... con ella conocí gente, mucha gente...

Pasé unos años con ella realmente espectaculares donde no cesaba de salir de fiesta y pasármelo bien con todo el mundo... incluso había ocasiones en las que salíamos solas, pues no necesitábamos a nadie más para pasarlo bien... Íbamos de fiesta en fiesta, de un pueblo a otro, pasándolo genial juntas, de noches especiales, de risas y borracheras... pues así era yo... me daba todo igual, no tenía ansiedad ni agorafobia... y esa parte de mí, un día no recuerdo cuándo, desapareció y estoy intentando recuperar parte de aquella persona que yo era por aquel entonces...

Es mucho lo que vivimos juntas en aquella etapa de nuestras vidas y necesitaría mucho tiempo para contarlo todo... pero fue y es una amistad de las que perduran a lo largo de la vida a pesar de que ésta nos haya separado durante un tiempo o no nos permita juntarnos y vernos más a menudo... sé que ella está ahí, siempre lo ha estado, mas yo, al igual que a todos, la alejé de mí... y sé que si cojo el teléfono ella acudirá en mi ayuda si lo necesito, si estoy mal, pues a pesar del tiempo seguimos teniendo ese algo especial que nos unió en su día...





miércoles, 16 de abril de 2014

Salidas, afrontamientos y exposiciones


Todos los días son una lucha constante.
Tan solo levantarme de la cama es un grandísimo esfuerzo... 
total ¿para qué? no tengo nada que hacer, nada que me impulse y motive a seguir...
Salir de casa ya es toda una batalla contra mí misma, 
pero no puedo permitirme recaer y quedarme, nuevamente, encerrada en casa.
Me estoy obligando a salir, aun sin tener ganas, y pasear por mi ciudad. 
Me llevo un libro y una libreta en mi mochila. 
Me dirijo al centro de la ciudad y, una vez estoy allí, me siento en uno de los bancos 
que dan a la ladera del río y me pongo a leer, aprovechando el buen tiempo 
que está haciendo estos días, mientras la gente va y viene 
de un lado a otro (niños correteando a mi alrededor, 
deportistas que hacen allí su entrenamiento diario, etc...) 
Es agradable sentir la suave brisa sobre la cara acompañada de ese característico olor a hierba mojada, 
es un aroma que me encanta y me relaja esa sensación. 
Me olvido de todo y me concentro en la historia que estoy leyendo, metiéndome dentro de ella... 
Aunque no siempre es tan fácil, hay veces que no puedo evitar pensar en que la gente me mira, 
me mira constantemente y me critica y/o juzga tan solo con sus miradas... 
es una sensación horrible que cuando me asalta... me hace sentir más que incómoda... 
pero es, precisamente esto, lo que también estoy combatiendo, intentando que no me afecte... 
porque ¿qué más da que miren? Yo también lo hago. 
Solo que me afecta más de lo que debiera...
La semana pasada me empeñé en irme acompañando a mi equipo de fútbol con el resto de la afición 
a la ciudad en la que jugaba este fin de semana pasado y, echándole valor,
me acerqué al estadio a adquirir las entradas y el billete de autobús que éste pone a los abonados...
Pasé dos ratos muy desagradables, pues había mucha cola esos dos días...
pero conseguí aguantar y finalmente me hice con ellas...
así que el domingo por la mañana (Domingo de Ramos) me dirigí al estadio para partir en bus
y cuatro mil personas más a Valencia... al principio sentí algo de aprensión y agobio bastante fuerte...
pero poco a poco se fue disipando, cada vez me encontraba mejor en medio de tanta gente,
pues tampoco es que todos fuesen desconocidos, además venían también mi hermano
y mi cuñada con algunos amigos... y conocidos que me encontré por allí... 
Solo hubo un momento en que lo pasé francamente mal...
y fue a la hora de salir del estadio de fútbol una vez finalizado el encuentro...
pues la policía nos retuvo allí dentro, entre muros de hormigón y escaleras interminables
casi una hora sin poder salir ni moverse apenas del sitio...
Reconozco que, dentro de ese agobio y lo malo, lo pasé genial,
fue un gran día y me demostré a mi misma que puedo hacerlo, puedo socializar con los demás
y estar en aglomeraciones de gente sin que por ello pase nada malo ni desastroso...
que puedo con la agorafobia sin que ésta me recluya en casa...
Volvería repetir la experiencia una y mil veces más si pudiera... ganásemos o perdiéramos...
para tener la oportunidad de estar afrontando constantemente...
De momento me quedo con los partidos de casa, donde vamos cerca de veinticinco mil personas... y que voy llevando muy bien...ya es todo un reto para mí... 
Ahora en las fiestas de Semana Santa también habré de hacer exposiciones
pues las calles están atestadas de gente deseosa de ver las cofradias
y encuentros que éstas hacen todos los días... 

Pero se puede, se puede salir de esto, al principio sé que es complicado y cuesta, pero cuando lo haces continuamente cada vez se vuelve más sencillo hasta el punto de acabar curándote... así que amigo/a, te animo a que salgas de casa, cada día un poquito más, hasta que llegue el momento en que no temas hacerlo. 
SE PUEDE. 


sábado, 12 de abril de 2014

Mis días sin consulta


Hay días en los que me pregunto si he hecho bien, si de verdad he tomado la decisión correcta... 
pues a pesar del cansancio, de tanto tiempo de terapia, echo en falta ir a consulta. Se me hace raro no ir en tantos días, aunque en otras ocasiones lo haya hecho. ¿Por qué?
Por que allí me sentía en paz. Es el único sitio donde consigo estar tranquila, 
donde mi ansiedad me da una tregua y puedo ser yo. 

Echo en falta las conversaciones con mi psicóloga, la echo de menos. 
Solo ella sabe cómo hacerme sentir bien. Solo a ella soy capaz de hablarle de mi estado de ánimo. 
Solo con ella me atrevo a hablar abiertamente de mí... y ahora... ahora no puedo hacerlo... 
Sabía que iba a ser duro, un mes difícil, pero no imaginaba cuánto. 
Cuando te acostumbras a una rutina, es muy complicado romperla y es mucho tiempo 
el que llevo con ella, siendo mi guía, mi consejera, mi amiga... 

Echo en falta sus palabras, sus consejos, sus ánimos... pues nadie como ella me entiende. 
Ni me juzga. Ni me critica. Siempre está dispuesta a echarme una mano 
en cualquier momento, en cualquier situación... 
Ella está ahí, con su grandeza como persona y generosidad... 
pues se da a sus pacientes para que estén lo mejor posible... 

Pensareis que quizá estoy exagerando... pero no, ella es así y mucho más. 
Una de las mejores personas que he podido conocer en mi vida... y muy a mi pesar, 
la echo en falta... 
No me gusta esa sensación de necesitar a nadie, pero en este caso es así, 
siento que necesito de ella y su ayuda...

Pero tomé la decisión de descansar y, lo que no voy a hacer, es molestarla, 
quiero demostrarme que no dependo de nadie, que tan solo es un apoyo 
y una ayuda para superar mis problemas. 

He de ser fuerte y aguantar lo que me venga... 
Aguantar esta ansiedad tan fuerte que en ocasiones me asalta... 
Sé que puedo hacerlo. 
Estoy preparada... 
Me ha enseñado técnicas, se lo que hay que hacer en cada momento... 
Tan solo hay que ponerlo en práctica y dejarse llevar...

martes, 8 de abril de 2014

Estancada


Esta semana he tomado una decisión. 
Llevo tiempo estancada y no consigo avanzar en mi lucha contra la ansiedad y los atracones. 

Así que, durante este mes, no voy a ir a consulta, no voy a hacer ningún tipo de registro, estoy cansada y harta de ellos ya... necesito desconectar, del modo que sea, de esta presión, ya que no me esta sirviendo de mucho.
No consigo vencer a los impulsos, no consigo ganarle la batalla a la comida,
no consigo dejar de auto-lesionarme cada vez que me aprieta la ansiedad, 
no consigo dejar de comer cosas que no debo cuando no debo, no consigo bajar de peso... en definitiva, no estoy consiguiendo nada...

Me siento tan frustrada y cansada.

  Sé que conseguir algo cuesta, y hay que luchar por ello, pero llega un momento
en que las fuerzas te abandonan y no tienes ganas de seguir adelante... 
No estoy diciendo que me de por vencida definitivamente, tan solo es un break en el camino, un descanso, para pensar, relajarme (si es que puedo) y recargar pilas para volver a enfrentarme a esto de otro modo y con mucha más fuerza si cabe...

Es un tiempo para reflexionar qué estoy haciendo mal y por qué... para ser consciente de los hechos, 
de cuando empezó todo y conseguir así, de una vez por todas, convencerme y creer que no es única y
 exclusivamente, culpa mía todo lo que me está pasando... para dejar de fustigarme con este echo... para comprender que son conductas que vienen producidas por ciertas situaciones y condicionamientos que se han ido dando a lo largo de mi vida desde que era muy pequeña...

No sé si ésta es la decisión más correcta en estos momentos y, menos aún, sin haberlo consultado con mi psicóloga, pero siento que debo hacerlo... algo en mí me dice que lo necesito y que me hará bien descansar un tiempo... tan solo espero no equivocarme ni hundirme más de lo que ya estoy...




martes, 1 de abril de 2014

El significado de los sueños


"Entro en el portal de mi casa y llamo al ascensor... cuando llega, entro y pulso el botón del 3er piso... se cierran las puertas e inicia el ascenso... 1º... 2º... 3º y.... de pronto aumenta la velocidad, sigue subiendo pisos... 8º... 9º..... el pánico cada vez es mayor, ¡¡mi edificio tan solo tiene 9 pisos!!... estoy en el 65º y sigue subiendo... y sube.... cada vez más y más rápido... 86ª...  92º... el ascenso parece no acabar nunca... los números se suceden sin cesar... a penas se distinguen ya... la angustia es insoportable, ¡¡no puedo más!!... ¡¡no sé qué hacer!!... desesperada comienzo a apretar todos los botones, intentando así, en vano, parar el vertiginoso ascenso, pero tan solo puedo agarrarme a los laterales del ascensor... y esperar a que la pesadilla pase..."


Este sueño se me ha repetido muchas veces a lo largo de mi vida... no siempre acaba igual... 

En ocasiones, despierto angustiada en medio del ascenso... en otras cae estrepitosamente al vacío... cae y cae hasta que, angustiada, me despierto sobresaltada... otras veces, cambia el escenario, no es en mi comunidad, sino otra completamente distinta y desconocida, como una especie de laberinto en la que no dejo de dar vueltas buscando la salida, es mucho  más grande, con muchas más escaleras y con más de un ascensor y da la casualidad de que justo en el que yo subo ocurre ésto... y, es curioso, siempre voy sola en él... Hay ocasiones en las que entro con alguna persona que, supuestamente, vive en ese edificio, pero cuando ésta sale del ascensor, comienza a producirse, una vez más, éste hecho...

Son sensaciones bien angustiosas (no sabría describirlas) las que me hace sentir este sueño, mas no sé qué significado pueda tener... solo sé, que es recurrente y muy desagradable...

¿Querrá decirme algo?
¿Alguien sabe el significado de los sueños?
o ¿simplemente nuestra mente vaga mientras dormimos y nos proyecta cosas al azar?
Me parece curioso que se repita, desde que tengo uso de razón, pues no tengo miedo de los ascensores, subo en ellos desde siempre sin problemas, tanto sola como acompañada, si bien es cierto que, en alguna ocasión, me he quedado encerrada en ellos, pero no ha ocurrido nada desastroso ni horrible...