martes, 30 de mayo de 2017

Cambio de médicos. Mal momento para ello.


No imagináis el lío que llevan en el centro de salud. 
Desde principios de año están realizando cambios y nos van mareando. 
Entre traslados, gente en prácticas y la asignación de médicos nuevos... 
¡¡Es un caos!!

Nada más empezar, en enero, tuve cita con la psicóloga 
y ésta me avisó que la próxima visita no estaría ella pues la iban a trasladar. 
Me quedé sorprendida y fastidiada porque ya estaba acostumbrada a ella 
y sabía mi historial completo, pero estas cosas pasan. 
Vale, lo acepté y hasta ahí todo bien.
Cuando fui a la siguiente, efectivamente había otra chica más joven, en su lugar. 
Y qué decir, no fue mal pero al ser mi nueva terapeuta pues tocó ponerla al día,
 por qué estaba allí, relación padres, hermanos, amigos, etc... 
"Un Volver a Empezar" 
A revivir todo lo pasado:
 Por qué, cómo, qué pasó, qué sentí, qué hice, cómo lo viví,
qué me hubiera gustado hacer diferente, cómo lo veo ahora... 
¡¡Uff!! Algo que me agota, es como dar un gran paso atrás. 
Y salí de consulta con la sensación de haber perdido el tiempo. 

A las dos semanas tenía cita con el psiquiatra
y, cual fue mi sorpresa que, también me lo habían cambiado.  
Otra vez a volver a explicar todo. 
Decidió mantener la medicación, por el momento, 
y quizá más adelante la modificaríamos; 
obviamente no me gustó ese ímpetu que mostró por ir retirando medicación nada más llegar,
pues tod@s sabemos que no podemos quitar de forma brusca ciertos medicamentos,
ya lo he intentado otras veces y no he obtenido buenos resultados.

Volví a visitar a la psicóloga y esta vez tenía a una chica en prácticas,
cosa que no había hecho anteriormente,
me siento incómoda con más gente dentro de consulta,
y no fue sencillo, me sentí continuamente observada,
bloqueada, juzgada e intranquila
mientras la iba poniendo al día de cómo me encontraba.
Fue una sesión difícil por los temas a tratar
y no pude evitar cerrarme y no saber cómo expresarme.

Al cabo de mes y medio volví a otra sesión de psicología
y ¿sabéis qué?
Me han cambiado OTRA VEZ de psicóloga.
Nuevamente a empezar de cero, a contarle por qué estoy allí,
cómo me encuentro, qué estoy haciendo,
nuevos registros, etc...

Todos estos cambios, en este momento, no es que me hagan mucho bien.
Está siendo un año difícil para mí.
Aún no he asimilado lo que ha ocurrido y me dejo llevar por el día a día.
No sé cuándo tendrá lugar,
cuándo seré consciente ni cómo reaccionaré en verdad.
Sólo sé que estoy metida en un torbellino de emociones y sentimientos,
con los cuales, he de lidiar para no perder la cabeza
 y seguir adelante intentando encontrar mi camino
sin perder de vista los que creo que son mis objetivos.

Este próximo mes vuelvo a tener cita con ambos especialistas
y espero que, por fin, sean ya los definitivos,
que dejen de marear con tanto cambio y podamos seguir avanzando. 


miércoles, 17 de mayo de 2017

¡¡Cuántas dudas!!


Como toda actividad ir al gym tiene sus pros y sus contras. 
Sabemos que es beneficioso para la salud, que nos mantiene en forma 
y nos permite tener una vida sana y equilibrada. 
Es cierto que, cuando realizamos una dieta, 
hacer ejercicio, nos ayuda a perder peso. 
Pero tiene su lado engañoso, por llamarlo de algún modo
 y, por ello, hemos de estar mentalmente fuertes para no decaer por el camino 
y continuar luchando por alcanzar nuestro objetivo.
¿Por qué digo esto? 
Muy sencillo.
Al realizar ejercicio no solo quemamos la grasa 
que le sobra a nuestro cuerpo y adelgazamos,
 sino que al mismo tiempo, ganamos músculo. 
Y este echo puede llegar a confundirnos y desanimarnos.
Esa es una de las cosas que estoy notando.
Me encuentro más fuerte y con mayor resistencia. 
Cada día paso más tiempo en el gym.
 Mi cuerpo está empezando a cambiar.
Y es cierto que la gente que me rodea me dice que me ve mejor, 
que se notan los resultados, 
que si he perdido volumen aquí, allá, etc...
Sin embargo, en ocasiones, la báscula no refleja lo mismo 
y te dice que has cogido peso.
Y te preguntas, "¿cómo es posible?"
Es toda una contradicción. Te machacas y...
Estoy tratando de asimilar el por qué de esto. 
Como os he dicho antes, no sólo pierdes peso sino que ganas músculo, 
y como sabemos el músculo, pesa.
Entonces... ¿debería hacerle caso a la báscula?
 o por el contrario
 ¿olvidarme de ella por un tiempo y centrarme en los resultados obtenidos?
No quiero obsesionarme con esto 
y sé que ya lo estoy empezando a hacer.
¿He de fiarme de la gente y los monitores? 
¿Tener mucha paciencia y tomarlo con calma? 
Simplemente, ¿seguir?
 ¿Por eso los objetivos han de estar marcados a medio/largo plazo?
 ¿El músculo pesa más que la grasa?
 ¿Son necesarios/buenos los batidos proteicos?...

¡¡Madre mía, qué cantidad de dudas y preguntas me rondan por la cabeza!!
 


martes, 9 de mayo de 2017

Primer mes en el Gym


¡¡Y todavía no me lo creo!!
Cuando di el paso tenia mis dudas, no pensaba que pudiera con ello, 
pues además de mis miedos, vergüenzas y paranoias, 
hace muchísimos años que no hago deporte ni ejercicio alguno 
salvo salir a caminar por la ladera del río, como ya os había comentado en alguna ocasión. 
Y para mi sorpresa ahí sigo, yendo todos los días. 
Cuando estuve hablando con el director del gym, 
me recomendó que probara con un mes, 
por si no me gustaba o luego me arrepentía.... 
Vamos que no me veía yendo de forma continua y comprometida, 
creo que pensó que no me lo tomaría en serio
y abandonaría a los dos días. 
Lo curioso es que, no sé qué click hubo en mi cabeza el día que fui a darme de alta
que, me apunté tres meses. 
Y, ¿sabeis qué? 
Estoy muy contenta y orgullosa de haberlo hecho 
y superado esta primera meta.
Estoy segura de poder cumplir los tres meses y soy optimista, 
ya estoy pensando a medio plazo
y hasta quiero seguir,
darle mayor continuidad. 
Me está gustando y tengo buenos compañeros que me guían en la sala
 y me enseñan cómo realizar cada ejercicio para no lastimarme. 
El ambiente es bueno, hay cordialidad entre todos, es agradable estar allí, 
me siento cómoda, te lo hacen sencillo.
 Poco a poco me voy desinhibiendo.
 El tema vestuario, duchas... para mi es algo delicado,
como os dije, pero dadme tiempo.
 De momento he conseguido ducharme tres veces y porque ha coincidido
que no había nadie en esos momentos, el resto lo he hecho en casa;
 queda pendiente de superar, otro reto a superar.
 En cuanto a los resultados que me está dando hasta ahora
(sé que es pronto) pero ya se van notando los efectos;
este mes he bajado 5'5 kgs. 
(aun con todas las vacaciones y fiestas que han habido);
 he perdido un montón de volumen
 (hay ropa que me viene más holgada y pantalones que me voy pisando los camales);
 por no hablar de lo ágil que me hoy encontrando
 y la mejoría de dolores musculares que tenia que han ido menguando. 
Eso sí, las dos primeras semanas tenia unas agujetas que no me podía ni mover, 
solo quería acostarme y no volver a levantarme en la vida 
¡¡Qué dolor más grande!! 
Hubo un momento en que mi cuerpo enfermó y subió la fiebre, 
estuve un fin de semana en cama, 
afortunadamente me recuperé en seguida. 
Las agujetas ya no son tan fuertes, estoy cansada,
 me cuestan algunas máquinas pero tengo unas ganas muy grandes de seguir, 
estoy motivada y decidida, cuento con gran apoyo en el gym
y de gente que me quiere.


jueves, 4 de mayo de 2017

Afrontando miedos


Sigo en mi lucha interna y constante de afrontar miedos 
y situaciones que me generan ansiedad. 
Me voy poniendo retos. 
Y, desde hace unos meses empecé a darle vueltas a algo 
que siempre había jurado que JAMÁS haría,
 pues me ha dado un pánico atroz, muchísima vergüenza, 
cada vez que alguien me lo planteaba me ponía tensa y a la defensiva, 
vamos que ni de "coña", que NO, NO y NO. 
¡¡NUNCA!! 
Tan solo la idea me generaba tal punto de ansiedad que me ponía enferma. 
Y, no sabría cómo explicar por qué  ni cómo, de pronto y de forma espontánea,
 yo sola sin que nadie me dijera nada he ido madurando esa idea 
y replanteándome afrontar esa situación. 
Ya lo sé, a estas alturas de la entrada os estaréis preguntando qué es, ¿verdad?
Muy bien, ahí va.
 Tras mucho dudarlo y meditarlo...
¡¡ME HE APUNTADO AL GIMNASIO!!
Si, vale, vale, ya lo sé... muchos pensaréis: 
"Bah... no es para tanto... es lo más normal, lo que hace todo el mundo..."
Es cierto, lo admito. 
Pero no a tod@s nos resulta fácil, por unos motivos u otros, 
hacer según qué cosas y ésta para mí...
es uno de mis peores afrontamientos.
Una de mis mayores fobias.
No soy precisamente un cuerpo... estilizado, 
soy más bien... ¿cómo decirlo?
¿Grande?
Dejémoslo así.
Tengo muchísimos complejos e inseguridades...
Hay mucha gente y te expones ante la mirada de todo aquel/la 
que te encuentres en el horario que vayas...
No me gusta sentirme observada... 
Menos aún que hayan grupitos cuchicheando,
 "barbies o musculitos",
 gente que se cree mejor que los demás 
o que te puedan mirar por encima del hombro... 
que se burlen de una por cómo es...
el tema de los vestuarios, es otra cosa que me supera...
pensar en ducharme ahí, todas juntas... ¡¡ups!! 
Me muero de la vergüenza tan solo de pensarlo
 Uff... y un sin fin de cosas más que me rondan la cabeza...
y que harían esto interminable... 
A pesar de todo, no sé cómo lo he hecho,
 pero me puse a mirar gym's 
y me decanté por uno que me llamó la atención.
No es de estos tipo cadena multinacional que siempre está a reventar de gente. 
Es más acogedor, familiar y está un poco lejos de donde vivo, 
así evito vecinos y conocidos  : p
Claro que no fue sencillo dar el paso una vez escogido el gym.
Cuando llegué a la puerta me entraron unos temblores y sudores
que no sabía qué hacer; estuve a punto de largarme a casa y dejarlo estar.
Pero tras veinte minutos dando vueltas por la calle, 
respiré hondo y sin pensarlo, entré. 
Me costaba hablar, el chico que me atendió al principio casi no me oía 
y tuve que repetir varias veces a qué iba y lo que quería.
Pero poco a poco, conforme avanzaba la conversación y me mostraba el gym, 
me fui encontrando un poco mejor, 
recogí la información que necesitaba y me largué a casa,
 todavía temblando pero feliz de haber entrado
 y dado ese primer paso.