miércoles, 18 de septiembre de 2013


 Toda mi vida he creído que estaba sola, que no tenía a nadie a mi lado a quien contarle ni compartir mis cosas, mis inquietudes y preocupaciones... Siempre me había considerado un bicho raro, vivía en mi propio mundo, temerosa de que no me entendieran, me criticaran o, incluso, se burlaran de mí... y es que no es fácil decir ciertas cosas... al menos, a mí, no me resulta fácil mostrarme tal y como soy ante los demás....
Nunca me ha gustado hablar de mi persona, siempre he evitado el tema cuando sale... cuando alguien me preguntaba lo evadía como podía sacando cualquier otro tema o haciéndome la tonta... y, de echo, sigo haciéndolo... Ésta soy yo, esa chica solitaria, tímida, callada y reservada, autosuficiente, triste, la que sonríe cuando tiene ganas de llorar, la que se hace la fuerte delante de los demás aunque por dentro esté rota de dolor, echa un mar de dudas, mostrando siempre buena cara para que nadie sepa de mi sufrimiento, mis anhelos ni mis miedos.

Las enfermedades físicas bien se pueden entender, pero... ¿qué hay de las psicológicas?... eso ya... son otra historia... ¿verdad?... parece que, en cierto modo, no les prestamos la misma importancia, que son tonterías de un@ mism@... y, cierto es, desde mi punto de vista, que quien no lo padece, no entenderá jamás lo que puede ser pasar por una depresión bastante severa, una fobia, un trastorno compulsivo, etc... (hay una gran variedad según he ido descubriendo en los últimos años). Jamás me imaginé que lo que me ocurría pudiera tener un nombre, que alguien más estuviera pasando por lo mismo. Se siente horrible en estas circunstancias. Incomprendida por mi propia familia y amig@s, por más que he intentado que lo entiendan, me ha resultado imposible... y estoy convencida de que jamás lo harán...

Sin embargo, después de tanto tiempo... y los años de terapia... me doy cuenta de que, en realidad, era yo... ¡¡Qué ciega estaba!!... No quise o pude darme cuenta de todo lo que poseía... sin mirar todo lo que tenía a mi alrededor, todas esas personas que me quieren y desean sinceramente que este bien.... y, es que, cuando una se encuentra mal, no percibe la ayuda que nos pueden brindar los demás. Estaba tan encerrada en mí que me olvidé de vivir y me recluí en mi cuarto, ese es mi espacio, mi lugar, donde siempre me podrán encontrar...donde más cómoda y a gusto estoy... sí, se que no lo entienden, pero a estas alturas, ya me da igual...

1 comentario:

  1. Un problema personal como el que cuentas aquí, no se resuelve ignorándolo y aislándote del mundo que te rodea. Debes afrontarlo valientemente, con el mayor optimismo posible, y contando siempre, con la ayuda de esas personas que te quieren, y estan dispuestas a ayudarte. Espero que tu triste soledad, se convierta en alegre compañía muy pronto.
    Un saludo Lunaris!!! 👍🌹

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