miércoles, 14 de mayo de 2014

Trastorno de la personalidad por evitación (TPE)


Es una afección psiquiátrica en la cual una persona tiene un patrón vitalicio de sentirse muy tímida, inadecuada y sensible al rechazo.

La causa de trastorno de la personalidad por evitación se desconoce. Los genes o una enfermedad física que cambió la apariencia de la persona pueden jugar un papel. Aproximadamente el 1% de la población padece este trastorno.

La  principal característica es un patrón generalizado de inhibición social; sentimientos de inadecuación; hipersensibilidad a la evaluación negativa, rechazo o desaprobación; y evitación de la interacción social, que comienzan en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta y que se da en diversos contextos.

Las personas con trastorno de personalidad por evitación se consideran socialmente ineptos, con escaso atractivo personal y evitan la interacción social por temor a ser ridiculizados, humillados o rechazados, o simplemente desagradar. Tienen la creencia de que el resto de las personas lo están juzgando o criticando constantemente, por su aspecto, sus acciones, etc. Esto hace que estos sujetos “eviten” cualquier situación en las que puedan ser criticados, volviéndose solitarios y reacios a relacionarse con otras personas. Realmente, desearían poder tener estas relaciones, pero su complejo de inferioridad, que proyectan en los demás, se lo impide.

Los comportamientos de evitación afectan negativamente en la actividad laboral, porque estas personas suelen eludir los tipos de situaciones que pueden ser necesarias para alcanzar las demandas básicas de trabajo o para ascender.



El TPE se reconoce por los siguientes estilos comportamentales e interpersonales, de pensamiento o estilo cognitivo, afectivo y emocional:
  • Extrema timidez o ansiedad en situaciones sociales, a pesar del fuerte deseo de intimar.
  • Estilo interpersonal: hipersensibilidad al rechazo/crítica/desaprobación. Aun cuando desean fuertemente acercarse a otros, guardan distancias y se aseguran de contar con aprobación incondicional antes de abrirse. Tienden a poner a prueba a los demás para darse cuenta en quién pueden confiar.
  • Estilo comportamental: tendencia al distanciamiento social, vergonzosos, tímidos, desconfiados y distantes. Comportamiento y discurso controlado. Se muestran solitarios, aprensivos y embarazosos.
  • Estilo cognitivo: perceptualmente vigilante, permanentemente escaneando el medioambiente buscando datos que puedan ser potenciales amenazas o aceptaciones.
  • Estilo afectivo-emocional: marcado por la vergüenza y la aprensión. Dado que la aceptación incondicional es relativamente rara, experimentan rutinariamente tristeza, soledad, angustia y alta tensión. Cuando están más angustiados describen sentimientos de vacío, desamparo, desolación y despersonalización.
  • Pueden aparecer ideaciones suicidas.
  • Aislamiento social autoimpuesto.

  • Graves dificultades para establecer relaciones interpersonales.

  • Evitan el contacto físico, ya que lo asocian con estímulos desagradables o dolorosos.

  • Sentimientos de inadecuación o ineptitud. Sentimientos de autodesprecio e inferioridad.
  • Muy baja autoestima debida a la devaluación de sus resultados y el énfasis desmedido en sus defectos.
  • Desconfianza, temerosidad o suspicacia respecto a los demás.

  • Labilidad emocional.

  • Distanciamiento emocional cuando intiman.

  • Muy auto conscientes de sí mismo.

  • Auto críticos con sus problemas para relacionarse.

  • Déficit en habilidades sociales.
  • Problemas psicosociales derivados (dificultad en el funcionamiento social, académico o laboral).
  • Incapacidad o dificultad para tener relaciones íntimas, románticas o sexuales.
  • Percepciones subjetivas de soledad, aunque otros pueden encontrar la relación con ellos significativa.
  • Quedan relativamente aislados socialmente y suelen carecer de una red de apoyo en las situaciones de crisis. En algunos casos suelen fantasear idealizando las relaciones con los demás.
  • En algunos casos extremos, síntomas agorafóbicos.
  • Tendencia a la fantasía, la procrastinación, y la evitación “cognitivo-afectiva”, como una forma de escapismo de su realidad, y para interrumpir los pensamientos dolorosos.


Un trastorno muy duro de afrontar. Y más común de lo que podamos imaginar. Doy fe por propia experiencia. Solo la lucha constante sirve para conseguir, poco a poco llevar una vida normal.
(Lunnaris)



4 comentarios:

  1. A Lunnaris81. MI PEQUEÑO RINCON, blog. Gracias por el tema. Años, sesiones, capítulos críticos, grupos de autoayuda, manuales con promesas, aventuras laborales (casi exclusivamente),pensamientos circulares,terapias alternativas (homeopatía) búsqueda, huida, soledad.. Y si a nosotros nos cuesta comprender ¿quien más puede entenderlo? Yo no imaginaba algo parecido -sin un trabajo quizá hubiera sido un sintecho o un drogadicto -ni me interesa el victimismo, por ello ahora recurro al tapping o psicología energética -¿Quieres casarte conmigo? Alex, Alicante (quizá una película relativa sea SINATRA)

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    1. Ya... es más complicado de lo que parece... Tan solo pretendo dar a conocer todo este tipo de patologías que hasta hace unos años no sabía ni que existían, a pesar de padecerlas yo misma desde hace mucho... curioso, ¿no? El victimismo no nos lleva a ninguna parte, solo me desahogo y analizo qué puedo sacar en claro de todo esto.

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  2. Muchas gracias por la información. Estoy estudiando Educación Infantil y esto me sirve mucho!! y para mi también ya que lo he sufrido y me has ayudado a entenderlo mejor. Gracias!

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    1. De nada, Nuna, me alegra que te haya ayudado, es uno de los motivos por el cual escribo este blog. ;) Saludos.

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