miércoles, 29 de octubre de 2014

Parálisis del sueño... ¿o sucesos paranormales del más allá?


Últimamente estoy oyendo mucho hablar sobre este tema en todas partes 
y ha llegado a despertar mi curiosidad. 
En mi persona no lo he experimentado, afortunadamente, 
pero sí conozco a gente que lo ha vivido en primera persona y me han contado su experiencia. 
No es nada agradable, me parece algo angustioso y horroroso a la vez, 
por no decir extremadamente inquietante. 

He estado buscando información al respecto. 
Es algo muy raro y extraño, que no alcanzo a comprender, 
y parecer ser que hasta los expertos, tampoco tienen muy claro por qué sucede. 
¿Ciencia? ¿Suceso para-normal? 
Sea cual sea la explicación es una de las peores y angustiosas 
experiencias por las que se puede llegar a pasar. 

Son varias las teorías que he leído buscando información en Internet, 
muchos testimonios que aseguran haber pasado por esto, pero no sé qué creer;
a los expertos y científicos, dándonos sus respuestas "racionales" 
o a aquellas personas que han sido víctimas de este suceso. 
Sea como fuere, no me gustaría pasar por ello. 
Cada cual, crea en la que crea conveniente.

(Lunnaris)


Según la Wikipedia y otras páginas que he visitado:

La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Puede ocurrir en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse y suele acompañarse de una sensación de gran angustia. Su duración suele ser corta, generalmente entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. Durante el episodio, la persona está totalmente consciente, pero es incapaz de moverse o hablar, lo que puede provocar gran ansiedad. Sin embargo, no existe ningún peligro para la vida, pues los músculos respiratorios siguen funcionando automáticamente. Este trastorno está recogido en la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño dentro del grupo de las parasomnias.

Los expertos "creen" que ocurre cuando la persona se encuentra bajo mucha presión o estrés, y al momento de dormir el cuerpo aún sigue estando alerta sobre la amenaza (estrés) lo que dificulta la posibilidad de recuperar el organismo. Algunos circuitos neuronales siguen sobreexcitados y produce algunas pesadillas que la persona puede sentir que son reales, se despierta abruptamente para defenderse pero el organismo no responde rápidamente. Esta falta de respuesta se debe a que el organismo está en momento de profunda relajación. Se cree que los neurotransmisores GABA y glicina además de otros neuropéptidos disminuyen fuertemente la actividad de la corteza motora y sean los causantes o al menos contribuyan.

Se pueden destacar tres factores cualitativos a partir de las experiencias que nos narran personas que padecen de la Parálisis del Sueño, como:

  • Factor «intruso»: sensación de una presencia, que se identifica como un “intruso” y sensación de temor; suele ir acompañado de alucinaciones visuales, auditivas y táctiles.
  • Factor «incubus»: sensación de ser tocado o presionado en alguna parte del cuerpo (con frecuencia en el pecho), con dificultad para respirar (asfixia), dolor y pensamientos de muerte inminente. Se denomina así como metáfora del relato arquetípico de los íncubos
  • «Experiencia de movimiento ilusorio»: experiencias que incluyen sensaciones de movimiento como caer, volar, flotar, y experiencia extracorpórea.
Son seis las experiencias típicas que suceden durante el transcurso de la parálisis:

  1. Sensación de presencia: sensación de una o varias presencias en la casa a las que se considera como «intrusos». En algún momento sienten que la presencia se mueve, entra en la habitación, puede acercarse a la cama, incluso sentir presión en el colchón. La mitad de las personas relatan que saben que son observados fijamente, pero no saben identificar desde dónde. 
  2.  Presencia amenazante: Se siente la amenaza de fuerzas sobrenaturales y demoníacas que buscan robar el alma o poseer el cuerpo del durmiente.
  3. Alucinaciones visuales: En el caso de la presencia, esta queda fuera de la vista, camuflada entre las sombras de la habitación, imágenes detalladas de objetos y seres como fantasmas, figura oscura a los pies de la cama, esqueletos, calaveras, etc.
  4. Alucinaciones auditivas: Son sonidos elementales, mecánicos e intensos, como zumbidos, rumores, siseos, correteos, rugidos, campanadas, golpes, vibraciones, silbidos, chillidos, rechinadas y gimoteos. En otros casos son sonidos identificables concretos como timbres de teléfono, sirenas, herramientas, motor eléctrico, golpes de puerta, arrastrar de muebles, vidrios o vajilla rompiéndose, música extraña, sonido de radio con ruido blanco o que recibe varias estaciones, sonidos de viento, rugido de olas del mar, etc.; las voces humanas son el sonido más frecuente en un 37 por ciento de los casos, en forma de griterío o leves susurros, sin mensaje identificable ni claro.
  5. Alucinaciones táctiles: comunes y relacionadas con la presencia intrusiva; incluye la sensación de que el colchón se hunde, que alguien se sienta, que le retira las sábanas o que la agarra de las manos. 
  6. Dificultades respiratorias: sensaciones de presión en el pecho, dificultad para respirar, estrechez alrededor del cuello como si fuera estrangulado, y sensaciones de sofocación y asfixia; estas percepciones pueden explicarse por la parálisis de los músculos voluntarios; el estado de sofocación produce gran angustia, pánico y temor de morir asfixiado. Los ataques físicos en este sentido se asocian igualmente a la presencia maligna.

3 comentarios:

  1. por suerte no me ha pasado esto y espero no experimentarlo nunca, se me acaban de poner los pelos de punta! ya solo de pensarlo parece que me entra ansiedad! buf!
    www.sweetlive.es

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  2. Mi hija lo sufre con cierta asiduidad. Al principio pensaba que eran pesadillas, pero se acabó dando cuenta de que no eran sueños, sino realidad. Al principio lo pasó muy mal, pero al descubrir y racionalizar lo que le pasaba, mejoró mucho.

    Es cierto que le pasa en épocas de mucho estrés y en su caso, aparte de la inmovilidad, lo que nota es dificultad al respirar. Esto fue lo que más controló al descuibrir lo que le pasaba. Se dio cuenta de que no se ahogaba sino que su respiración seguía el ritmo de una persona dormida y no la de una despierta y aterrada. Al saber que no le estaba ocurriendo nada 'malo', aprendió a relajarse, algo fundamental para salir de ese estado.

    Ahora ya es capaz de reconocer que está sufriendo uno de sos 'ataques' y controlarlos.

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    1. Es importante aprender a controlar la respiración en cualquier caso, son momentos duros y no sabes qué ocurre e hiperventilarse tan solo agrava la situación. Hay personas que me han dicho que con el tiempo llegas a acostumbrarte pero... ha de ser algo angustioso sentir tu cuerpo paralizado y no poder moverte. Luego también están los que confunden la parálisis del sueño con los terrores noctucnos que no son lo mismo.
      Espero que se encuentre mejor y no sean muy recurrentes.

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