¡¡Hola a tod@s!!
Este fin de semana (22 de Octubre) se lleva a cabo la celebración
de la festividad de San Crispín,
el patrón de los zapateros,
muy señalada en mi tierra desde hace muchísimos años y,
sobre todo para aquellas personas que se dedican al calzado,
y quiero compartirla con vosotr@s.
Resaltar que, no sólo aquí, en Elche, se le festeja.
Sino que hay más municipios y países que la llevan a cabo.
Los gremios de artesanos llevan siglos venerando dicha
festividad. Desde Northampton en Inglaterra, Florencia en
Italia, Soissons en Francia hasta Inca en Mallorca junto con Elche en Alicante,
miles de hombre y mujeres cumplen con tradiciones antiquísimas para rogar por
su trabajo y profesión.
La
leyenda data del año 285. La historia cuenta que durante esta época, dos
hermanos romanos llamados Crispín y Crispiniano fueron enviados a evangelizar
las Galias. Para mantener su fe cristiana y no ser onerosos a su comunidad, los
nobles hermanos ejercían el oficio de zapateros. Asentados en su oficio e
intentando evangelizar aquellos pueblos, llegó la persecución del emperador
Diocleciano a los cristianos. Tras soportar estoicamente diversas atrocidades,
ambos hermanos fueron decapitados, lo que les convirtió en San Crispín y San
Crispiniano, considerados los apóstoles del Norte de Francia.
Misteriosamente,
la figura de San Crispiniano se eliminó para crear
los orígenes de esta fiesta
de Elche.
La
primera romería de San Crispín data del año 1951.
Organizada por el Sindicato
Vertical de la Piel,
consistía en trasladar la imagen del Santo desde la Ermita
de San Crispín
hasta la Basílica de Santa María.
Los portadores eran los
delegados del Sindicato,
integrado por obreros y patronos de la industria del
calzado.
Una tradición que consiste en la costumbre
de recoger unas chinchetas -clavos de pequeño tamaño con los que se entachaba
el calzado- «bendecidas por el patrón» como símbolo de prosperidad y
trabajo.
Hoy
la fiesta sigue celebrándose, aunque con algunas modificaciones.
Desde 2008,
los actos comienzan la víspera del día de la romería
con una ofrenda de flores
al Santo desde la Plaza Barcelona
hasta la Iglesia Madre de Dios.
A la mañana
siguiente, día en honor a San Crispín,
parte desde la Iglesia Madre de Dios la
tradicional romería,
cuyo destino es la Ermita de San Crispín.
Allí se celebra
una misa y tras el acto, el reparto de los típicos clavos.
Al exterior de la
ermita se instalan diversos puestos de coca,
manzanas caramelizadas, berenjenas
y turrón.
Cada año son más las visitas y devotos los que acompañan al santo
y recogen los clavos, se dediquen al calzado o no, con la esperanza de que éstos les traiga prosperidad y abundancia en el trabajo.
Como ilicitana, cada año, me acerco a la ermita y cumplo con la tradición y disfruto
del buen ambiente que suele reinar.
Os invito a que os acerquéis y disfrutéis de esta tradición tan nuestra.
¡¡VIVA SAN CRISPÍN!!
Hola...quería saber si me dejas publicar una imagen de la romeria para una exposición que va a tener lugar en breve sobre la Historia del Calzado en Elche..gracias de antemano
ResponderEliminarHola, Mario. No hay problema en que hagas uso de ellas. Están todas a tu disposición.
EliminarYa me avisarás cuándo tiene lugar dicha exposición. Me encantaría verla. ;)
Un saludo.