domingo, 15 de diciembre de 2013

Ya esta aquí...

Y ya esta aquí, el ultimo mes del año... donde las ciudades se llenan de luz y color... el mes de puro consumismo irracional, donde comprar se convierte en el deporte por excelencia... los centros comerciales atestados de gente que no puede ni andar... tropezando unos con otros... es algo que detesto... mi agorafobia, esos días, me hace permanecer en casa...

Este año por fin, después de tanto tiempo empiezo en un nuevo trabajo... no estaba muy segura de aceptarlo... pero me ayuda a superar ciertos temores... a salir de casa... a afrontar... a penas llevo unos días... y ya me siento cansada, extenuada... y es que cuidar de un niño que es muy activo, agota... no se cansa de jugar, siempre quiere más y más... aunque es un sol y no tiene maldad ninguna...

De momento lo llevo muy bien, me hace sentir útil y olvidar, en parte, esa inactividad que me tenía anulada como persona trabajadora que soy... sentía que no servía para nada... que no sería capaz de desempeñar ninguna función... que no encontraría un trabajo donde pudiera ser efectiva... y, sí... lo sigo pensando, esos pensamientos siguen ahí atormentándome, día tras día, sobre mi capacidad... si sabré o no... tanto tiempo parada no ayuda y los pensamientos negativos acuden a tu mente a todas horas, nefastos pensamientos que solo me conducen a un sitio, del cual, es muy complicado salir...

Afortunadamente ya pasé por ahí y conseguí ganarle la batalla... aunque a veces... éste intente volver para arrastrarme nuevamente al pozo en el que hace unos años estaba hundida... no quiero volver a él... ¡¡jamás!! no lo permitiré... mas no creo que consiguiera salir nuevamente....

A pesar de los avances no puedo evitar sentirme triste... no se bien por qué, no acabo de detectar qué es lo que me tiene así... la distancia con mi chico... no poder ser independiente... tener mi propia vida sin tener que estar pendiente de nadie... la falta de seres queridos que se fueron... la Navidad...

Dicen que la Navidad es una fecha de alegría y felicidad, pero cada año que pasa la odio más y más... han perdido su significado para mí... no siento la ilusión que antaño me producían... esperando la llegada de papa noel y de los reyes magos de oriente... ansiosa por abrir los regalos y ver qué me habían traído...

Ahora, tan solo puedo sentir indiferencia hacia todo ello... me da igual... solo quiero que se pasen lo más rápido posible... he llegado a un punto en que no las aguanto... el consumismo descontrolado que se produce en esos días... la hipocresía de la gente... sí, esa que te cruzas todos los días por la calle y ni te saludan y, de pronto, se acercan a ti, para felicitarte estas fechas, con una sonrisa más falsa que un billete de 30 €... no hay cosa que deteste más que esa falsedad...

Hoy me encontré con una compañera de instituto que vive por mi zona, nos hemos cruzado algunas veces y nunca me dijo nada, ni siquiera me miraba... y justo hoy... cuando iba con mi madre por la calle.. y ya la había pasado de largo, me llama por mi nombre y me dice: "¡¡Chica, cuánto tiempo!! ¿¿Cómo estás, todo bien??... Me alegro de verte... bueno... a pasar buenas fiestas... " ¡¡Je!! claro que no he podido más que disimular un poco esa risa que me ha entrado... en fin... estoy convencida de que no me vuelve a saludar en la vida...



2 comentarios:

  1. En navidad es cuando te das cuenta cuanta hipocresía hay, que mas acentuado se vuelve
    en estas épocas navideñas, donde todo es gastar y sobretodo.. aparentar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, al menos desde mi punto de vista... y sorprendida después de quince años de que me salude sin haberlo hecho antes y cruzandonos a menudo, pues somos vecinas del barrio... Tan solo es un ejemplo, pero suele ser un echo bastante común...

      Eliminar