Vaya mierda de verano.
Desde que acabé las clases estoy más agobiada con todo...
Este año no nos hemos podido ir de vacaciones
y los hemos tenido a todos metidos en casa.
Imaginad, hermanos, cuñados, sobrinos...
Tres meses con los peques comiendo y durmiendo en casa,
peleando a todas horas... un desgaste tremendo.
Y todo el trabajo siempre para las mismas y aun diciendo:
"no hay de esto, no hay de lo otro..."
Quedándose la casa patas arriba cuando se van un rato y venga a recoger todo el desorden...
Y cuando algo esta fuera de lugar las críticas y regañones van siempre para la misma,
es decir, para una servidora.
Estoy hasta los mismísimos.
Qué verano más largo que se me ha hecho.
Y qué ganas de que vuelva la normalidad de una vez.
A ver, que yo los quiero mucho pero...
no veáis el trabajo que dan...
No es lo mismo vivir dos personas que seis y en ocasiones siete u ocho.
Es un desgaste muy grande y muy estresante.
Y para mi ansiedad no me ha venido muy bien.
No sé cómo no he explotado de algún modo este verano.
Y si encima eso fuera todo....
Pero no.
No lo es.
Conocí a alguien y me enamoré.
Me enamoré como una imbécil.
Ahora estoy intentando recomponerme de... bueno iba a decir batacazo,
pero en realidad ha sido una OSTIA con mayúsculas.
Todavía estoy recogiendo del suelo los trocitos de mi corazón destrozado.
Solo me queda levantarme y mirar hacia delante.
Era demasiado bueno y bonito para ser cierto.
Y terminó siendo doloroso.
Mucho.
Más de lo que pudiera imaginar.
Se acabó.
Sin más.
Y yo, cual imbécil, llorándole y echándole de menos.
¡¡Estúpida!!
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