martes, 25 de septiembre de 2018

¡¡Vaya veranito!!


Vaya mierda de verano. 
Desde que acabé las clases estoy más agobiada con todo... 
Este año no nos hemos podido ir de vacaciones 
y los hemos tenido a todos metidos en casa. 
Imaginad, hermanos, cuñados, sobrinos... 
Tres meses con los peques comiendo y durmiendo en casa, 
peleando a todas horas... un desgaste tremendo. 
Y todo el trabajo siempre para las mismas y aun diciendo: 
"no hay de esto, no hay de lo otro..." 
Quedándose la casa patas arriba cuando se van un rato y venga a recoger todo el desorden... 
Y cuando algo esta fuera de lugar las críticas y regañones van siempre para la misma, 
es decir, para una servidora.
 Estoy hasta los mismísimos. 
Qué verano más largo que se me ha hecho. 
Y qué ganas de que vuelva la normalidad de una vez.
 A ver, que yo los quiero mucho pero... 
no veáis el trabajo que dan... 
No es lo mismo vivir dos personas que seis y en ocasiones siete u ocho.
 Es un desgaste muy grande y muy estresante. 
Y para mi ansiedad no me ha venido muy bien.
 No sé cómo no he explotado de algún modo este verano. 
Y si encima eso fuera todo.... 
Pero no. 
No lo es. 
Conocí a alguien y me enamoré. 
Me enamoré como una imbécil. 
Ahora estoy intentando recomponerme de... bueno iba a decir batacazo, 
pero en realidad ha sido una OSTIA con mayúsculas. 
Todavía estoy recogiendo del suelo los trocitos de mi corazón destrozado.
 Solo me queda levantarme y mirar hacia delante. 
Era demasiado bueno y bonito para ser cierto. 
Y terminó siendo doloroso. 
Mucho.
 Más de lo que pudiera imaginar. 
Se acabó.
 Sin más. 
Y yo, cual imbécil, llorándole y echándole de menos. 
¡¡Estúpida!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario