viernes, 1 de julio de 2016

Si fuera valiente...


Saben, algunas personas me dicen que soy valiente 
por hacer el trabajo que hago. 
Cuidar y atender a una persona en los últimos momentos de su vida 
con todo lo que ello conlleva. 
Según mi psicóloga, no todo el mundo es capaz de sobrellevarlo, 
pues se necesita de una gran fortaleza psicológica y mental. 
Y, sin embargo por otro lado, hay personas que menos precian ese trabajo. 
"Total para lo que tienes que hacer..." 
Eso me han llegado a soltar en más de una ocasión.
 ¡¡Qué sabrán ellos!!
 ¿Acaso lo han hecho alguna vez? 
¿Se han preocupado de alguien más que no sean ellos mismos?
 Eso es una de las cosas que más rabia me da, 
que hablen sin conocimiento de causa. 
Trabajar con personas mayores tiene tanto cosas buenas como malas, 
pero la gran mayoría son gratificantes. 
Y, sí, es cierto, has de estar bien preparado y fuerte para aguantar lo que acontezca, 
pues esa persona va a llegar a un punto en que dependerá de ti para todo. 
Y, aunque los demás no lo vean, ese apoyo emocional que le prestas 
aunque solo sea estar a su lado y hacerle compañía, 
hablando con ellos, escucharlos o, simplemente, 
cogiéndoles de la mano es todo un alivio y consuelo en esos duros momentos. 
Los cuales, no son fáciles de llevar, incluso para la propia familia que han de delegar, 
en ocasiones, en alguien externo cuando se prolonga la situación. 
Con el tiempo, aunque intentas mantener la cabeza fría, 
no puedes evitar empatizar con la persona a la que cuidas y sus familiares. 
Y, claro, cuando llega el "momento de la despedida", se hace duro. 
Ahí necesitas sacar toda tu fortaleza y no dejarte llevar por tus sentimientos y emociones, 
sacar a la profesional que llevas dentro y actuar. 
Cuando todo acaba y se pasa el estrés del momento,
 tu cuerpo ya se encarga de pasarte la factura, 
pues no creas que vas a salir ilesa de este proceso. 
Ahora toca otro, otro en el que has de sanarte a ti misma. 
Necesitas tiempo para reponerte y aprender de lo vivido. 
¿Pero qué pasa si, por circunstancias de la vida, 
ocurren otras cosas que no te dejan siquiera tiempo de asimilar lo que ha pasado? 
Pues que te toca seguir luchando y afrontando todo lo que venga sin descanso. 
Tomas aires y te lo echas, nuevamente, todo a la espalda. 
Ya habrá tiempo para ti, o eso quieres creer... 
Porque, sin saber cómo, todas las responsabilidades recaen sobre tus hombros. 
Te guste o no. 
Aunque haya más gente a tu alrededor. 
Lo tuyo, siempre, ha de estar al final. 
Los demás son lo más importante. 
Aunque revientes. 
"Total, tu trabajo tampoco es nada del otro mundo. 
No estarás tan cansada...
Algo tienes que hacer..." 
¡En fin! 
Y, claro, el mal humor, la mala leche, la rabia...
 llamadlo como queráis, al final sale por algún lado.
 Luego dicen que no se puede hablar conmigo, que estoy irascible o tonta... ains... 
Cuando en realidad lo que siento es una pena y un vacío enorme. 
Menos preciada y no se valora lo que hago. 
Como si mi trabajo no sirviera de nada. 
Toda la vida pendiente de los demás, atendiendo las necesidades de todos
 y dejándome para la última. 
Cancelando mis planes por tener contentos a todos. 
Y lo que más me jode es que una lo hace porque los quiere, 
porque es tu familia y ellos son los primeros que te machacan. 
Los que más daño te hacen. 
Los que más te critican. 
Y tú callas, y callas... 
y tragas con todo.
Valiente. 
Si fuera valiente 
¡¡Cuántas cosas habría hecho en su momento!!
¡¡Cuántas cosas me arrepiento de haber dejado marchar y escapar entre mis dedos!!
¡¡Ja!!
 Si realmente lo fuera...
 hace mucho tiempo que le habría plantado cara a todo. 
Y habría hecho lo que tanto anhelo y deseo. 
Pero no, no soy valiente. 
Sino ya no estaría aquí.
 Sería libre.
Estaría lejos de casa o, directamente, 
ya no estaría entre vosotros.

7 comentarios:

  1. Tienes un trabajo muy bonito, es una gran labor y yo admiro a los que lo hacen, ni caso a esos "total para los que tienen que hacer" es muy fácil hablar por hablar,un abrazo!

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  2. Ni caso a esa gente, que siempre los que menos saben son los que más hablan. Tu trabajo es una labor admirable y es algo que te gusta, no todos pueden presumir de tener un trabajo con el que disfrutan. Respecto a la familia.. uff.. paciencia supongo. Tu sabes que no es fácil salir del "pozo" y mira donde estas hoy, has avanzado muchísimo, asique para mi sí eres valiente y un ejemplo a seguir, de verdad. Y en relación a la última frase... "ya no estaría entre vosotros", ni lo pienses, fuera esas ideas, esto es solo un impulso más para seguir creciendo ;) Muchoooo animoooo!!!!!!!!!!!! ^^

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    1. El problema es que "esa gente" es la que convive contigo. Eso es lo más duro. Se supone que han de ayudarte o animarte, estar a tu lado, pero ya ves... desconozco lo que es eso... no parece que estén contentos con nada de lo que hago...
      En fin, así es lo que me ha tocado. Hasta que las fuerzas fallen y se inunde el pozo, y acabe ahogándome en él.

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    2. Se que no es fácil convivir con gente que le echa más leña al fuego... hay que disponer de una paciencia infinita y estar acorazado de fortaleza emocional, sino te hunden. Pero tu eres fuerte y resistirás estos dardos venenosos, pues es tan solo una prueba más. Y nada de ahogarse en el pozo, nos vemos fuera de él ;)

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  3. Te acabo de encontrar por un un grupo de Fbook, me ha encantado el texto. Haces una labor increíble, no dejes que nadie te hunda en aquello que te gusta hacer, no entiendo porque pero la gente parece que vaya a fastidiar, más que a valorar.

    Un beso de hppyflower.com !

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    1. Yo tampoco lo entiendo... y los ánimos, después de tanto tiempo, van decayendo. Una ya se cansa de muchas cosas. Agradezco tus palabras y que te hayas dado una vuelta por este rinconcito.
      Un beso. :)

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